El jardín en noviembre
En este mes hay que preparar la protección de las plantas contra el frío ya sea en forma de invernaderos, túneles, lonas, plásticos, etc. o bien plantarles unas estacas alrededor y rodearlas de cañizo para protegerlas del viento.
Es importante tener en cuenta que todo túnel, invernadero o protección con plásticos hay que airearlo en las horas de sol ya que el calor y la humedad combinados son verdaderos enemigos de nuestras plantas.
Los cítricos no soportan el frío por lo que es conveniente mover las macetas a un lugar reparado o incluso interior pero que posea buena luz.
También podemos sembrar las semillas de aquellas que plantaremos en la próxima primavera.
Conviene abonar el terreno con estiércol moviéndolo y enterrándolo con una azada.
En la base de algunas plantas es recomendable poner un acolchado -de cortezas o agujas de pino- que las proteja del hielo.
El césped lo mantendremos limpio y libre de hojas secas.
Los tubérculos y rizomas de Canna indica, dalias, etc. se arrancan, se dejan secar y se guardan en un lugar seco y aireado cubriéndolos con arena.
Se termina la plantación de bulbosas de floración primaveral cubriendo el suelo con acolchado.
Pocas flores quedan en nuestro jardín a excepción de crisantemos y muchas bayas como la Cotoneaster y Pyracantha.
Lo que sí podemos plantar al aire libre son las coles de jardín que son bastante resistentes al frío o incluso a las heladas si no son prolongadas.
A pesar de no tener gran variedad de flores en esta época del año, el paisaje otoñal es muy bonito y romántico y nos invita a pasear por los parques oyendo el crujido de las hojas secas bajo nuestros pies.
